El discurso de Tom Hanks

19 enero, 2020

Por Alejandro Moronta

El 5 de enero de 2020 el actor Tom Hanks fue reconocido por la prensa extranjera de Hollywood con el premio Cecil B. DeMille durante la entrega de los premios Globo de Oro. El reconocimiento lo recibió de parte de la actriz sudafricana Charlize Theron, a quien Hanks dirigió en ¡Eso que tú haces!  Por momentos, las dotes de actuación tuvieron el límite de la humanidad, cuando se dificultaba el pronunciar las palabras, fruto de la real emotividad de la ocasión.

Lo primero que hizo Hanks fue elogiar a otros grandes actores y actrices, los grandes nombres del mundo de las películas, diciendo una frase para memorizar: «Eres un tonto si no aprendes de los demás». Todos le debemos algo a las personas con quienes hemos compartido y quienes nos han enseñado. Y más allá que aprender de los demás, está el querer aprender de los demás. Es un benchmark personal, una esponja continua que absorbe conocimientos y sabiduría, que aprovecha las fuentes como propia retroalimentación y que mejora cada día. Aprovechar las interacciones con nuestros profesores, supervisores, directivos, colegas, compañeros de trabajo, amigos, proveedores, clientes y demás personas para expandir nuestro potencial y capacidad de desempeño. Qué han hecho los demás que les ha funcionado, y de igual forma qué no les ha funcionado. A ambas fórmulas se les puede sacar provecho.

Luego, el homenajeado habló del equipo de trabajo en la filmación de una película y la responsabilidad que se tiene. Las personas con las que trabajó, en algún momento llegaron a decirle «Si no haces bien tu trabajo, no tenemos película». Las películas se hacen toma a toma y por lo tanto cada miembro del equipo de filmación tiene que hacer lo que le toca, y hacerlo bien. En caso contrario, se pierde tiempo, se gastan energías innecesarias y se pierde dinero. Las películas son iniciativas como cualquier otro proyecto profesional. No se puede dejar de lado que aparte de ser un arte, el cine es un negocio.

Así como las películas se hacen toma a toma, del mismo modo se hacen las organizaciones, producto a producto, servicio a servicio, cliente tras cliente. No se trata de una toma más, ni de un producto más, ni de un cliente más. Cada toma tiene una función en el proyecto de la película, como la tiene cada producto o servicio que los clientes demandan. Por lo tanto, la responsabilidad de cada persona, en rol que le toque, va a incidir en lo que reciba el público, lo que lleva a las ventas, lo que lleva a los ingresos.

El ganador del premio Óscar en años consecutivos por Filadelfia y Forrest Gump rememoró una experiencia en 1977, cuando asistió a su primer trabajo profesional, en una compañía de teatro. El grupo de actores había celebrado un poco de más la noche anterior y no llegaron a tiempo a los ensayos. Cuando estuvieron presentes, el director, muy molesto, se dirigió al grupo: «¿Ustedes, actores, ¿saben cuál es su trabajo? Su trabajo es estar aquí a tiempo, saber sus líneas y tener muchas ideas. Si no, yo no puedo hacer mi trabajo». Por la fuerza de las palabras es prudente detenerse un poco en desarrollar el contenido.

Estar a tiempo

Lo primero, recordar que en una película, hay que ser parte del equipo. Si no, no funciona. No hay película. Para rodar, todos tienen que estar. En las instituciones de bienes, servicios, o de cualquier otra índole, no es diferente. No causar demoras. Porque seas una estrella no justifica que llegues tarde al set. Porque seas un profesional destacado y una persona brillante, tampoco justifica que hagas esperar a los demás. Estar a tiempo en una filmación se traduce con estar listo y disponible en el trabajo cotidiano. Los demás, interna o externamente cuentan, con el trabajo y la disposición de cada persona.

Saber los diálogos

En una película, el conocer los diálogos quiere decir estar atentos a la parte más fundamental del trabajo, que es conocer el texto de lo que se va a decir. Cada persona tiene su propio diálogo que le toca en la película que participa. Cuando se termine de filmar la película del momento, llegará otra, con diálogos diferentes, que también habrá que saberse. Los diálogos son las tareas que realiza cada área o función, que hay que saberlas, para poder ser un profesional más depurado y no ser un actor más en el plató.

Cabeza llena de ideas

Contribuir, aportar. Cómo hacerlo mejor. Es lo que se espera. El director de la compañía de teatro lo dijo muy taxativamente, con el no poder hacer su trabajo si el resto de los actores no observaba los tres puntos que había expresado. Esto aplica para todo directivo y todos los del equipo de cualquier organización con un propósito común. Se cuenta con las ideas de los demás. Nadie puede hacerlo ni el crédito puede ir sólo para una persona. La idea de alguien la puede mejorar otra persona, y hay problemas muy complejos que no se resuelven con un solo punto de vista. En una película hay escenas que se filman desde tomas diferentes.

Ciertamente se agradecen los premios y los reconocimientos. Esas cosas satisfacen, pero no son lo esencial. Para poder recibir tal reconocimiento, Tom Hanks tuvo que aprender de los demás, llegar a tiempo, aprenderse las líneas y tener una cabeza de ideas. Él mismo persuadió a los productores de ¡Eso que tú haces! para contratar a Charlize Theron, quien iniciaba su carrera. Ella es hoy es una de las grandes figuras del cine. Pasaron muchas escenas para que Hanks pudiera subir al escenario ese día, y cada toma era importante.

En la película de la trayectoria profesional cada cual tiene una tarea doble: además de director tiene el rol principal.